Son muchas las empresas de publicidad en Canarias que engañan con estadísticas poco fiables sobre la cantidad de personas que las miran
Vallas publicitarias en Canarias: dañan el medio ambiente, nada efectivas y favorecen los accidentes

La publicidad exterior es una forma de publicidad que se utiliza desde hace años en Canarias, un soporte que muchos políticos y empresas sigue utilizando sin saber lo nocivas que son casi siempre por intereses comunes entre quienes las ofrecen y quienes se anuncian. Este tipo de publicidad ha sido objeto de controversia debido a su impacto en el medio ambiente y en las personas. Una de las principales preocupaciones que señalan varios estudios en Estados Unidos y Francia, es el uso de vallas publicitarias y su impacto en la biodiversidad y la calidad del aire donde están expuestas.
Las vallas publicitarias se fabrican con materiales que pueden ser perjudiciales para el medio ambiente. Muchas vallas publicitarias están hechas de PVC (policloruro de vinilo), que es un tipo de plástico que es resistente y duradero. Sin embargo, el PVC libera compuestos orgánicos volátiles (COV) en el aire durante su producción, instalación y desmantelamiento. Los COV pueden contribuir a la contaminación del aire y tener efectos negativos en la salud humana. Además, la instalación y desmantelamiento de las vallas publicitarias requieren vehículos y equipos pesados que dejan rastros en la zona sin contemplar la flora y fauna del lugar.
Otro gran problema que señalan estos estudios con las vallas publicitarias es que pueden tener un impacto negativo en la biodiversidad. Las vallas publicitarias pueden ser instaladas en zonas naturales, como bosques y riberas de ríos, lo que puede afectar a la flora y la fauna locales. Además, la iluminación de las vallas publicitarias puede interferir con el ciclo de vida de algunos animales, como las aves nocturnas. En Canarias se pueden ver empresas que ayudan el medio ambiente anunciadas en estas vallas que se sitúan junto a flora catalogada como en peligro en nuestras islas.
En algunos países, se han tomado medidas para abordar estos problemas. Por ejemplo, en Nueva Zelanda se ha prohibido la instalación de vallas publicitarias en zonas naturales o sitios donde no hay habitantes, y en algunos estados de Estados Unidos se han establecido regulaciones para reducir la cantidad de vallas publicitarias en áreas urbanas por causa de los accidentes que provocan y el impacto que tienen.
Otro estudio realizado por varias universidades de Holanda, señala a las vallas publicitarias como una gran causa de accidentes de tráfico. En particular, las vallas publicitarias pueden ser una distracción para los conductores y contribuir a la creación de situaciones peligrosas en la carretera.
Las vallas publicitarias son estructuras grandes y a menudo coloridas que se colocan a lo largo de las carreteras. Estas estructuras pueden ser distracciones visuales para los conductores, especialmente si las vallas publicitarias cambian de mensaje o son especialmente atractivas.
En Canarias, a pesar de su popularidad, estas estructuras no están reguladas adecuadamente en las islas, lo que ha llevado a una serie de problemas que afectan tanto a los ciudadanos como al medio ambiente. La falta de regulación ha permitido que se coloquen vallas publicitarias en lugares inapropiados. Muchas veces, estas estructuras se instalan en áreas que son patrimonio natural o histórico, lo que afecta negativamente su estética. Además, algunos anuncios son tan grandes que obstruyen la vista de los conductores, lo que puede ser peligroso en las carreteras.
Otro problema relacionado con la falta de regulación es la falta de control sobre el contenido de los anuncios. En algunos casos, los anuncios son sexistas, racistas o promueven valores poco éticos, lo que puede ser muy ofensivo para ciertos grupos de personas. Además, algunos anuncios pueden ser engañosos, lo que puede llevar a los consumidores a tomar decisiones equivocadas.
En la era de la publicidad digital, las vallas publicitarias han perdido parte de su relevancia como herramienta de marketing. A pesar de su larga historia como medio de publicidad exterior, los grandes expertos de marketing creen que las vallas publicitarias no son efectivas en comparación con la publicidad digital que hoy en día acapara el 90% del tiempo que destina una persona a mirar publicidad.
Además, las vallas publicitarias no ofrecen la interactividad que muchos consumidores esperan de la publicidad en la era digital. A diferencia de la publicidad en línea, las vallas publicitarias no pueden ofrecer a los consumidores información detallada, ofertas especiales o la posibilidad de realizar compras en línea. Las estadísticas de impactos sobre la cantidad de personas que las miran no son reales y son muchas las empresas de publicidad en Canarias engañan con estadísticas poco fiables sobre la cantidad de personas que las miran.
Otra limitación de las vallas publicitarias es la falta de segmentación. A diferencia de los anuncios en línea, que se pueden dirigir a grupos específicos de consumidores según sus intereses, edad, género y ubicación, las vallas publicitarias son vistas por cualquier persona que pase por ellas. Por lo tanto, puede haber un gran número de personas que ven la publicidad que no están interesadas en el producto o servicio que se anuncia.